Una de las frecuentes vías de transmisión del COVID-19 en la práctica de la odontología es la respiratoria; a través de las gotas que puede expulsar una persona contagiada al hablar, toser o estornudar y a través de la generación de aerosoles. Esto puede producirse por contacto directo con mucosas (ocular, nasal o bucal) o a través de la contaminación cruzada causada por el contacto de superficies con manos o guantes contaminados.
La mayoría de los tratamientos llevados a cabo en las clínicas dentales precisan de la utilización de aparatología que produce gran cantidad de aerosoles, como pueden ser turbinas, aparatos de ultrasonidos, jeringas de aire/agua, etc. Para reducir el riesgo de transmisión es imprescindible el uso de equipos de protección individual (EPI) por parte del personal sanitario.
En referencia a la protección ocular, existen diferentes tipos de EPI que deben elegirse en función del tratamiento a realizar. Estos EPI pueden ser gafas de protección, pantallas faciales y/o gafas estancas.
¿CÓMO ELEGIR LA PROTECCIÓN OCULAR ADECUADA?
A la hora de escoger el tipo de protección ocular adecuado a cada intervención se deberán tener en cuenta los siguientes factores:
– Los equipos de protección ocular no deberán limitar el campo visual ni la respiración del usuario. – En caso de llevar gafas se deberá optar por un equipo compatible con el uso de estas.
– Deberán adecuarse a la norma europea de equipos de protección ocular y facial que regulan este tipo de EPI: UNE-EN 166:2002.
– Cuando se utilicen conjuntamente varios equipos de protección individual, se debe asegurar la compatibilidad entre ellos. Esto es particularmente importante cuando deben usarse simultáneamente mascarilla y gafas para que la hermeticidad de estos no se vea comprometida. Con el fin de evitar que las gafas se empañen es adecuado el uso de productos con efecto antivaho.
Actividades odontológicas sin generación o baja generación de aerosoles:
Estas actividades se componen por tratamientos que pueden realizarse con el compresor apagado y en las que no es necesario el uso de aparatología que produce aerosoles. Está indicado el uso de estas protecciones al manipular el instrumental para su desinfección, ya que existe riesgo de salpicaduras.
– Protector facial.
Visera de protección + soporte
– Gafas de protección.
Gafas de protección ocular transparentes
Actividades odontológicas con alta generación de aerosoles:
Incluyen la gran mayoría de tratamientos que se realizan en la clínica dental, como el uso de la jeringa de aire/agua, ultrasonidos y la utilización de aparatología rotatoria que produce aerosoles.
– Gafas estancas.
Gafas de protección ocular estancas panorámicas
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La pantalla protectora facial y la mascarilla higiénica son la mejor forma que los que no son sanitarios tienen de protegerse, ya esta más que comprobado.