El origen de que un paciente requiera ortodoncia no es siempre genético o hereditario, a veces, es una necesidad que se crea por malos hábitos bucales. Estos malos hábitos, son acciones involuntarias, de carácter repetitivo y que se convierten en rutinas de comportamiento. Estos hábitos ejercen fuerzas perjudiciales sobre los dientes, maxilares, encías y tejidos blandos de la boca.
¿Qué se consideran malos hábitos?
- Deglución atípica. Consistente en la interposición de la lengua entre los dientes superiores e inferiores al tragar, y que puede ser preocupante en niños mayores de 4 años ya que puede conllevar deformación del paladar, mordida abierta y falta de sellado labial.
- Respiración oral, que no deja crecer de una forma adecuada los maxilares.
- Chuparse el dedo, que después de los 3 años puede provocar mordidas abiertas.
- Uso del biberón y el chupete en niños de más de 2 años, que también puede producir mordida abierta y deformación del paladar. Es por eso, La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) recomienda retirar el chupete a los 24 meses.
¿Se puede tratar a niños de edades tempranas para evitarlo?
Sí, podemos tratar de evitar estos malos hábitos y corregirlos mediante la terapia miofuncional, en niños a partir de 2 años. Esto hará que mejore su masticación, su respiración nasal, su fuerza labial y corregir la posición de la lengua.
En Proclinic contamos con los aparatos de Dr. Hinz para niños de 3 a 5 años que sustituyen al chupete eliminando su uso y ayudando a la corrección de una malformación ya comenzada. Así como los Infant Trainer recomendados a partir de los 2 años y los interceptores pediátricos.
También tenemos una amplia gama de aparatos de la marca Myofunctional Research y de la marca OrthoPlus que se pueden utilizar desde los 3 años sin interferir en la vida cotidiana de los más pequeños, lo que aumenta la aceptación del tratamiento.
El uso recomendado para estos aparatos es de una a dos horas durante el día y durante toda la noche mientras duermen, complementándolo con ejercicios miofuncionales que además pueden ser de lo más divertidos para ellos. Pueden utilizarlos mientras leen, estudian, ven la televisión, etc… Sin necesidad de tener que llevarlo al colegio.
Y, para poder captar la atención de los más pequeños a la hora de explicarles las pautas de uso y de cómo debe cuidar su boca, te recomendamos hacer uso de los fantomas de peluche que ayudan a crear un ambiente relajado y divertido.
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