Si echamos la vista atrás, todos tenemos un recuerdo compartido en nuestra infancia, y es que, cuando se nos cayeron los dientes de leche, nos vino a visitar alguien muy especial ¡el ratoncito Pérez! Pero, no todos los niños y niñas lo reconocen con el mismo nombre. ¿Sabrías decirnos cómo se le llama a este querido personaje en el resto de los países? ¡Abróchate el cinturón! y acompáñanos en este pequeño viaje para conocer su nombre en algunos lugares del mundo.
En los países hispanohablantes lo conocemos como ratoncito Pérez, a excepción de México o Chile donde se le llama el Ratón de los dientes. Además, en España existen otros personajes como l’Angelet (el Angelito) en Cataluña o l’esquilu de los dientis (la ardilla de los dientes) en Cantabria.
En los países francófonos como Francia o Bélgica también viene un ratón a recoger los dientes caídos, pero en este caso se le conoce como petite souris (ratoncito). Y aunque no conozcamos el apellido de este personaje ¡seguro que también lo podríamos ver aparecer por la puerta del ratoncito Pérez!
En los países anglosajones quien recoge los dientes de leche que dejan las niñas y los niños debajo de sus almohadas es un personaje conocido como Tooth Fairy (el hada de los dientes), quien se encarga de reemplazarlo por una moneda.
¡Un secreto! ¡el hada de los dientes recomienda fortalecer los dientes con flúor! ¡y prevenir la aparición de caries con sellador de fosas y fisuras!
En los países nórdicos también nos encontramos al hada, aunque con un ritual algo diferente, ya que el diente de leche se deja en un vaso con agua para que tannfe (en Noruega) o tandenfee (en Suecia), venga a por él a cambio de una moneda.
¡Seguro que el hada los almacena en bonitos cofres, como si de un tesoro se tratase!
En Irlanda volvemos a encontrarnos con el hada de los dientes ¡que viaja mucho! Pero, además, coexiste con Anna Bogle. Este personaje se introdujo recientemente tras su aparición en un cuento, donde esta duende pierde un diente jugando en el bosque y, como no se ve bien con el diente que le falta, decide robar el de un niño. Sin embargo, como robar no está bien, Anna Bogle le deja a cambio un poco de oro.
Seguro que Anna Bogle está pensando en alinearse los dientes que “coge prestados”…
¿Utilizaría un fórceps para el proceso de extracción?
En Turquía, la tradición es enterrar los dientes de leche, pero ¡no vale en cualquier sitio! Ya que se cree que el lugar elegido podría determinar el futuro del niño. Por ejemplo, si quiere ser odontólogo se deberá enterrar cerca de una clínica dental. ¿Crees que esta elección tiene que ver con que eliminar la caries ahora se pueda hacer sin dolor y sin anestesia? ¡Los más pequeños están perdiendo el miedo al dentista!
En Bulgaria actualmente también nos encontramos al hada de los dientes. Sin embargo, antiguamente, los niños búlgaros tiraban los dientes al tejado y decían: “Gran cuervo, te doy mi diente de hueso, ¡dame un diente de hierro!”.
¡Tanto para cuidar “los dientes de hueso” como para cuidar “los dientes de hierro” encontramos cepillos adaptados a cada necesidad!
Muy buenas historias sobre un concepto tan universal adaptado en las diferentes culturas a su idonsincracia cultural.