Tradicionalmente se ha pensado que la edad ideal para acudir al ortodoncista era a los 12 o 13 años. La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) aconseja acudir a los 6 años para una primera revisión ortodóncica.
Los primeros molares definitivos salen a los 6 años y por tanto es la edad ideal para poder analizar cómo evolucionarán los dientes y cómo crecerán el maxilar y la mandíbula y así, en caso de ser necesario, corregir posibles problemas que serían muy complicados de tratar posteriormente.
Existe un porcentaje de niños alto al que no le crece lo suficiente la arcada superior, y a algunos niños no les crece el hueso inferior al ritmo adecuado. Estos problemas en niños se pueden tratar de forma sencilla, incluso en algunos casos se pueden usar aparatos funcionales como los de la gama OrthoPlus o Myofunctional Research. Sin embargo, en adultos es más difícil de corregir derivando en algunos casos en cirugía o teniendo que usar expansores como los Quad Hélix de Proclinic.
Debemos recordar que la ortodoncia no sólo trata de mejorar la estética, trata el crecimiento de los huesos de la cara. Si el crecimiento es incorrecto puede derivar en problemas de masticación y en algunos casos en problemas de bruxismo.
El bruxismo suele deberse a problemas de estrés y a un factor genético, lo que deriva en un desgaste inusual de los dientes y en dolores en las zonas del cuello, mandíbula y cabeza. Hoy en día vivimos con mucho estrés, pero este problema puede tratarse con férulas a medida fabricadas con planchas como la Essix C+, o con aparatos preformados como el dispositivo antibruxista de la gama MFS, el Aqualizer, el TG Myosa Bruxogard de Myofunctional Research o el EF ATM de OrthoPlus. Y para poder detectar si se tiene este problema se puede utilizar el Bite Strip o el Brux Checker de Scheu Dental.
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