A menudo los pacientes que recurren a la ortodoncia invisible tienen dudas sobre si interrumpir ciertos tratamientos o si tienen alguna restricción a la hora de tomar medicamentos.
Posterior a la aplicación de fuerzas ortodóncicas se produce un periodo de dolor inicial que dura entre 2-4 días. Desde un punto de vista histológico, este fenómeno se explicaría por la mayor compresión de las fibras periodontales que provocan un daño tisular y un aumento del dolor.
Como consecuencia de la compresión del ligamento periodontal, se liberan mediadores bioquímicos de la inflamación que favorecen el remodelado óseo, el movimiento dental y a su vez, generan molestia en los pacientes. Es deber del profesional controlar el dolor de los pacientes sin minimizar los efectos de las moléculas favorecedores del remodelado óseo como las prostaglandinas y las interleuquinas.
A pesar de que el dolor por movimiento ortodóncico ha sido atribuido al periodonto, existe evidencia que sugiere que algunos elementos pulpares contribuyen con él. Aunque se han probado diferentes mecanismos como el láser de baja intensidad, estimulación vibratoria del ligamento periodontal y estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) para el control del dolor en ortodoncia, el uso de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) es el método preferido por los odontólogos y ortodoncistas.
Las dosis de manejo empleadas son de corta duración (1 a 3 días) después de la activación mecánica ortodóncica.
El mecanismo de acción de los AINES se basa en bloquear el impulso nervioso aferente antes que alcance el Sistema Nervioso Central (SNC), manifestándose en una reducción en la intensidad del dolor mediante el bloqueo de la síntesis de prostaglandinas a partir del ácido araquidónico, mediante la inhibición de la enzima ciclo-oxigenasa.
El paracetamol es conocido por ser buen antipirético y analgésico y que su actividad antinflamatoria es débil debido a que no se concentra en las áreas de inflamación y solo inhibe la síntesis de prostaglandinas a nivel del SNC y no en tejidos periféricos.
Es decir, como el paracetamol (a diferencia del ibuprofeno) únicamente inhibe la inflamación en el ámbito del SNC, podría no tener efecto en la biosíntesis de las prostaglandinas presentes en la inflamación localizada de los tejidos periodontales, y como consecuencia, sobre la reabsorción ósea asociada con el movimiento de los dientes durante el tratamiento de ortodoncia.
El medicamento ideal como alternativa para controlar el dolor es aquel efectivo en la reducción del dolor pero que no altere la respuesta inflamatoria y, por tanto, no retrase el movimiento dental, por lo cual, se sugiere el paracetamol como el AINE de elección en ortodoncia.
Por otra parte, el paciente en tratamiento ortodóncico puede estar consumiendo una gran variedad de medicamentos, pero solo pueden afectar el tratamiento en sí, aquellos que pueden alcanzar el tejido óseo mecánicamente estresado, a través de la circulación sanguínea.
El uso de glucocorticoides para el tratamiento de condiciones médicas como artritis, alergias, alteraciones renales, de colágeno y otras aumentan cada día, por lo que el interés en el estudio de la interacción de este medicamento con el metabolismo óseo está en constante investigación. En este caso, los corticoides están relacionados con el control de carbohidratos grasas y el metabolismo de proteínas, pero también tienen propiedades antiinflamatorias. Los efectos secundarios a largo plazo de estas terapias radican en alteraciones en la mineralización de tejidos duros y en la cicatrización, además de alteraciones en la condrogénesis y osteogénesis, pérdida ósea y osteoporosis. Algunos estudios demuestran que la administración crónica de corticoides produce un rango mayor de movimiento pero que este suele ser menos estable, de mala calidad y con escasa neoformación ósea. Por su parte, en administraciones agudas el remodelado parece ser más lento.
Clínicamente se establece que se puede tratar con ortodoncia a pacientes con terapias de corticoides, pero se deben tener ciertas consideraciones. En casos de pacientes con terapias con corticoides por un tiempo corto, es recomendable posponer la mecánica ortodóncica hasta que finalice la administración de este medicamento; y en caso de terapias más largas, se recomienda utilizar fuerzas reducidas y con controles más seguidos.
Otro grupo de fármacos que pueden tener efecto sobre el remodelado óseo son los bifosfonatos, usados para el tratamiento de osteoporosis. Los bifosfonatos son fármacos de alta afinidad por el calcio y se dirigen a áreas de remodelado óseo, inhiben el metabolismo osteoclástico y reducen el número de estas células. Esto indica que los bifosfonatos pueden inhibir el movimiento dental y retrasar el tratamiento ortodóncico. Además, otros estudios establecen que el uso de bifosfonatos aumenta el riesgo de Osteonecrosis, asociado a procedimientos quirúrgicos complementarios al tratamiento de ortodoncia como extracciones dentales o la colocación de microtornillos. También es muy importante resaltar que la vida media de estos fármacos es extremadamente larga, incluso mayor a 10 años; se presume que este grupo de drogas fármacos se mantienen inactivas retenidas en el tejido óseo hasta que el fármaco activo es liberado por el proceso normal de remodelado óseo.
Medicamentos que pueden provocar serios problemas bucales durante el tratamiento con alineadores invisibles
De acuerdo con el cirujano dentista y especialista en odontología estética y restauradora, Juan José Aguilar, existen al menos 6 medicamentos que provocan serios problemas bucales:
– Inmunosupresores. Cuando un paciente se somete a un trasplante de órgano, los médicos incluyen dentro de la prescripción de medicamentos a los inmunosupresores (para evitar que el sistema inmunológico rechace el nuevo órgano). No obstante, esta sustancia provoca reacciones adversas como sensibilidad en la boca, sangrado de encías, retraso en la erupción de los dientes y malformaciones en éstos.
– Antirreumáticos (sal de oro). Uno de los tratamientos más comunes para tratar la artritis reumatoide. Está basada en inyecciones de sales de oro, principalmente para reducir las inflamaciones. El problema está en que provoca una enfermedad inflamatoria que afecta piel y mucosa llamada liquen plano, que se manifiesta con el crecimiento de zonas rojas con manchas blancas.
– Tetraciclinas. Si durante el periodo de desarrollo de las piezas dentales se usa un grupo de antibióticos de amplio espectro llamados tetraciclinas, se corre serio riesgo de terminar con los dientes decolorados, debido a que este antibiótico se adhiere al calcio de los dientes, que se manifiesta tras sufrir una reacción fotoquímica con la luz, oscureciendo el diente.
–Antihipertensivos. Para controlar la hipertensión arterial, los médicos recetan fármacos como inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, diuréticos, beta bloqueadores, entre otros. A pesar de mejorar de forma sustantiva el rendimiento del corazón, pueden provocar en la boca: sequedad, reacciones liquenoides, crecimiento de encías e incluso úlceras aftosas.
– Antidepresivos. Caries, lengua fisurada, lesiones aftosas y gingivitis son parte del cúmulo de problemas adversos que podría llegar a provocar el uso de fármacos para combatir la ansiedad, impulsos alimentarios y trastornos de la personalidad. ¿Por qué? Porque estos medicamentos provocan xerostomía o sequedad bucal, detonante de una serie de problemas bucales.
– Anticonvulsivos (fenitoína). La hiperplasia gingival es un padecimiento marcado por el crecimiento desmedido de las encías, que es originado por el uso de la fenitoína, medicamento usado para tratar cuadros de epilepsia.
En cualquier caso, si durante el tratamiento de ortodoncia invisible SecretAligner de tu paciente tienes cualquier duda, puedes llamar al teléfono 900 670 207 en horario de 8:00h a 20:00h y nuestro equipo de Ortodoncistas te la resolverá en el momento.
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